lunes, 17 de mayo de 2010

Evaluando nuestras relaciones interpersonales. ¿Cómo saber si valen la pena?


La pregunta más importante en cualquier relación es: «Haciendo balance, ¿vale la pena?». Al igual que esquiar, pintar y tocar el piano, la mayoría de las relaciones sociales son opcionales y tienen un carácter recreativo. Su único propósito es que podamos disfrutar y hacer que la vida sea más agradable. Si una amistad o una relación amorosa normalmente le produce más dolor que satisfacción, no hay ninguna razón para asumir que es una sentencia para toda la vida. El primer paso es hacer una valoración exacta de los aspectos positivos y los negativos.

Las mismas preguntas se pueden utilizar para valorar amistades y relaciones amorosas, excepto que al considerar las relaciones amorosas también se consideran cuestiones relacionadas con el afecto físico y la satisfacción sexual, así como el placer de hacer un compromiso profundo y exclusivo.

Contestar las preguntas del siguiente cuestionario sobre la relación le ayudará a decidir si una relación es predominantemente positiva o negativa. La intención del cuestionario sobre la relación es darle una nueva perspectiva sobre cada una de las relaciones que son importantes para usted. La importancia que le dé a cada respuesta depende de usted.


Cuestionario sobre la relación

1. ¿Normalmente disfruta cuando pasa tiempo con la otra persona?
Ya que el propósito de las relaciones sociales es que su vida sea más placentera, parece obvio que sea básico que las dos personas disfruten al estar juntas. Aun así, mucha gente no disfruta estando con la persona que han elegido para tener una relación.

2. ¿Experimenta con frecuencia que la otra persona es crítica o que no lo apoya, o normalmente se siente admirado y apreciado por la otra persona?
Una de las grandes satisfacciones de una relación es sentirse apreciado y valorado. La adicción a la infelicidad frecuentemente hace que la gente elija relaciones en las que no existe esta satisfacción sino el caso opuesto.

3. ¿Se siente con frecuencia negativo con respecto a la otra persona o normalmente siente admiración y afecto hacia ella? Otra fuente de satisfacción importante en una relación es sentir que usted ha elegido tener una relación con alguien a quien aprecia y que es importante para usted. Si usted no valora a la otra persona, es probable que la relación sea más negativa que positiva.

4. ¿Tienen entre ustedes una buena comunicación o los desacuerdos les hacen saltar inmediatamente? La resolución de conflictos es una parte importante en toda relación. Si las diferencias de opinión se convierten en ocasiones para hacer salir el resentimiento, la crítica o provocar la guerra abierta, la relación pueda estar seriamente dañada.

5. Si la otra persona tiene hábitos o rasgos de carácter que lo irritan, ¿le parecen relativamente poco importantes o está siempre pensando en ello? Y al contrario, ¿la otra persona se centra constantemente en cosas que usted hace y que los demás encuentran molestas? En general, si los hábitos de la otra persona lo vuelven loco o si sus hábitos hacen que la otra persona se enfade, no es tanto un problema en sí como una señal de un problema más general en la relación. Cuando hay muchos aspectos negativos en una relación, el descontento con frecuencia se centra en «cosas pequeñas» que son obvias (él deja todo tirado por la habitación, ella siempre llega tarde) más que en las «cosas grandes» (él no dice la verdad, ella no es cariñosa) que son cosas más difíciles de abordar. Si la relación es buena en otros aspectos, con un poco de esfuerzo usted y la otra persona normalmente podrán pasar por alto o cambiar esos hábitos que cada uno encuentra molestos.

6. ¿La otra persona quiere el mismo nivel de implicación que usted? ¿La otra persona está normalmente disponible para usted? ¿La otra persona se siente contenta disponiendo de una cantidad razonable de su tiempo y su atención? Es muy común que la gente elija amigos y parejas que dificultan la verdadera satisfacción de una relación porque no están disponibles o porque exigen demasiado. La persona que no está disponible nunca en cambio se dedica a actividades solitarias, desaparece o no devuelve las llamadas. La persona que demanda demasiado no puede tolerar que la otra tenga amigos o intereses o que quiera tiempo para ella sola.

7. Si usted está mal y necesita hablar con alguien, ¿acudiría usted a esa persona? ¿Acudiría esa persona a usted? ¿Cree que el otro le ayuda y lo apoya? Una de las grandes satisfacciones de una relación de amistad o amorosa es tener a alguien con quien compartir nuestras intimidades e ideas y a quien también le guste compartirlas con nosotros. La adicción a la infelicidad puede llevarlo a elegir amigos o parejas que no son sensibles, que están absortos en sí mismos, que son impacientes o críticos, con lo que la experiencia de hacerles confidencias es algo más incómodo que agradable. A veces la gente elige amigos y parejas que no quieren compartir sus sentimientos, lo que le resta a la relación el placer de la intimidad.

8. ¿Es usted considerado y cuidadoso con las necesidades del otro? Si usted no estuviera en buena forma, ¿su amigo o su pareja, que es más atlético que usted, se impacientaría si necesitara parar frecuentemente cuando van subiendo una montaña? ¿Su amigo o su pareja se enfadaría si usted tuviera que cuidar a un pariente mayor en el tiempo que, en otras circunstancias, pasarían juntos?

9. ¿Se sienten felices por los éxitos del otro o la competitividad hace difícil compartir la alegría de los éxitos? Es muy agradable compartir los logros o el reconocimiento con las personas cercanas a usted. Igualmente, puede ser doloroso si los amigos o la pareja se sienten mal cuando usted tiene éxito.

10. ¿Es una relación desigual, es decir, está basada en que uno «rescata» siempre al otro o está siempre obligando al otro? Como una manera de satisfacer la adicción a la infelicidad, algunas personas eligen amigos o una pareja que necesita que la rescaten. Aunque una amistad o relación amorosa basada principalmente en salvar a otros de ellos mismos pueda parecer gratificante, este es un falso placer (infelicidad disfrazada de felicidad). Las relaciones de amistad y amorosas son satisfactorias de verdad cuando ambas personas se dan a sí mismas. Cuando el otro no está disponible o es disfuncional en algún aspecto, es extremadamente difícil disfrutar realmente de la relación.


Por supuesto, no queremos decir que si un amigo o una pareja con los que siempre ha tenido una relación positiva caen en desgracia, usted tenga que darles la espalda o serles infiel. Hay mucha diferencia entre elegir a alguien como amigo o pareja porque necesitan ser rescatados de sí mismos, y ser leal a un amigo o pareja que está atravesando tiempos difíciles.

También existen relaciones que son desiguales en el sentido de que se asume que uno siempre va a ceder ante los deseos del otro. El que cede tiene la experiencia negativa de que la relación sobrevive solo porque sus necesidades siempre están subordinadas a las del otro. El que siempre manda se pierde la satisfacción de una relación mutua en la que los dos se cuidan.

11. ¿Es el otro generalmente leal, sincero y se puede confiar en él? No es raro que la adicción a la infelicidad haga que la gente elija amigos o parejas que son falsos, desleales o en los que no se puede confiar (por ejemplo, los menosprecian a sus espaldas; no mantienen sus compromisos; una pareja resulta tener otra relación, incluso estar casada en secreto con otra persona). Demasiado a menudo la gente no presta importancia, pasa por alto o hace la vista gorda ante estos rasgos destructivos; o siempre se creen las promesas del otro de que nunca volverá a ocurrir y luego se decepcionan amargamente. Peor aún, la adicción a la infelicidad puede hacer que la gente se implique con un amigo o una pareja de estas características convenciéndose a sí mismos de que tienen que agarrarse a esta relación porque no encontrarán «nada mejor».

12. ¿El otro comete abusos emocional, física o sexualmente? Si es así, ninguna respuesta positiva a las otras preguntas puede compensar este comportamiento. Si no es peligroso para usted, quizá decida darle al otro la oportunidad de acudir a un profesional. Pero si él o ella no quieren cambiar, o si el cambio no ocurre pronto o no es suficiente, piense en terminar con la relación. Solo la adicción a la infelicidad le haría permanecer en una relación en la que es víctima de abusos.

Las siguientes preguntas son relevantes solo en las relaciones amorosas:


1. ¿Es la otra persona romántica y afectiva, y las relaciones físicas son satisfactorias? ¿Piensa que el otro es atractivo, y viceversa?
2. ¿Puede confiar en que el otro le será fiel y no le expondrá a enfermedades de transmisión sexual?
3. ¿Cada uno de ustedes se responsabiliza de su propio estado de ánimo? Algunas personas que se deprimen, son ansiosas o irritables, culpan al otro de su angustia. A algunas personas les es imposible sentirse felices si el otro no está allí.
4. ¿Pueden los dos comprometerse con el otro al nivel apropiado según la duración y el grado de intimidad de la relación? Con demasiada frecuencia la gente malgasta los mejores años de su vida esperando en vano a que su pareja decida comprometerse permanentemente con la relación.

Namasté नमस्ते

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